Nuestro ADN es una antena

Nuestro ADN no es solamente físico, sino también de substancia sutil.

Es a la vez un soporte de datos y una antena.

Recibe vibraciones e informaciones y reacciona a ellas.

Por una parte, puede reaccionar a vibraciones que nos llegan desde el exterior: por ejemplo, a las que llegan de la Tierra o del sol, o también a determinadas irradiaciones de otro tipo.

Pero por otra parte nuestro ADN reacciona también a nuestra propia vibración, que proviene de nosotros mismos. Nuestros pensamientos y sentimientos, nuestras creencias y la totalidad de nuestra propia vibración tienen una repercusión sobre nuestro ADN. Según sean estos, se activarán o se desconectarán diferentes ámbitos de nuestro ADN.

Por eso es un hecho que con el tiempo el ADN se activa incrementadamente, si la vibración de una persona se va elevando.