Querida familia
Todo cuanto existe tiene una propia consciencia. También el agua la tiene. El agua incorpora informaciones con especial facilidad y las graba. En muchas series de experimentos se ha comprobado que el agua transforma su estructura, de acuerdo a las frecuencias que se introducen en ella en forma de palabras, música o emociones.
(El primero que experimentó fue Masaru Emoto. Él fotografió las estructuras que surgían al cristalizar el agua).
Como nuestro cuerpo se compone de agua aproximadamente en un 70%, es muy importante que seamos conscientes de que todo lo que decimos o hacemos, las cosas con las que nos ocupamos, lo que oímos o vemos, o con quién nos juntamos, tiene una repercusión inmediata sobre el agua que hay en nuestro cuerpo.
Algo de lo más importante que podemos hacer, para permanecer sanos y en nuestro centro, es por lo tanto estar atentos a todo ello.