Querida familia
Se aproxima la Navidad y las 12 noches siguientes a Navidad.
En muchas culturas estas fechas se consideran como un tiempo de silencio e interiorización.
Es la oportunidad de aprovechar este tiempo para alcanzar más tranquilidad.
Muchas personas tienen la sensación de que siempre han de estar haciendo algo. Nuestra sociedad está concebida de tal forma que esto es lo «normal».
Sienta bien, cuando de forma consciente te tomas tiempo para relajarte y no hacer nada.
Puedes estar sencillamente aquí, no tienes que estar siempre «haciendo algo».
También puedes tomarte un tiempo en el que solamente estés contigo mismo, sin distracciones del exterior. Así te conectarás más fácilmente con tu alma.
Puedes igualmente enviar a la Tierra pensamientos amorosos y agradecimiento. Todo lo que tenemos a nivel físico, procede originariamente de la Tierra. Ella nos regala esta abundancia.
Cuando pensamos en ella, lo percibe, porque ella es un ser viviente y ha decidido elevar su vibración y darnos la posibilidad de acompañarla en este viaje.
En la agitación de la vida cotidiana, ¡olvidamos estas cosas tan a menudo!…
En cuanto puedas sentir dentro de ti este agradecimiento, envíalo en pensamientos a todos tus hermanos y hermanas que ahora mismo no tienen esta posibilidad o que precisamente están viviendo situaciones muy difíciles.
Envía así al mundo tus bendiciones, tus buenos deseos y la luz de tu corazón. Esto te nutrirá además a ti mismo. Habiéndote nutrido así interiormente, podrás ser también un regalo, simplemente con tu presencia, para aquellas personas y familiares con los que te encuentres en este tiempo.
Os deseamos muchos días llenos de paz, tanto en el silencio como junto a personas queridas, y que la vida os regale abundantemente.