Todos tenemos ciertas visiones del mundo e ideas. Por un lado, hay cosmovisiones, creencias y opiniones que nos han sido impuestas por ciertas personas o por la sociedad y que hemos aceptado. Por otro lado, hay cosmovisiones que provienen de nuestro propio corazón. El objetivo sería que empezáramos a ver el mundo como lo ve nuestro corazón, que empezáramos a ver con el corazón y a actuar con el corazón.